Wednesday, June 20, 2012

Retórica retorcida

Llamativa venta de la expropiación de los fondos jubilatorios. Decía Bossio a mediados del 2009:



Uno, con baja inflación, el saldo administrado se multiplicó por 5! Dos, como porcentaje del PBI aumentó a casi el doble! Tres, colaboró en la capitalización bursátil!


¿Qué pasó desde 2009? Uno, como dije en el post anterior, el saldo administrado aumentó 55%, pero en términos reales cayó! Dos, en términos del PBI disminuyó levemente! Tres, la capitalización bursátil se derrumbó, de 22% a 10% del PBI!


Pregunta: si con la estatización de las AFJPs se derrumba la capitalización bursátil, ¿las jubilaciones privadas no contribuían a esa capitalización?


Conclusión: puede haber buenas razones para tener un sistema estatal de pensiones (e inclusive para estatizar las AFJPs); el poco desarrollo del mercado de capitales no era una de ellas.

El FGS pierde plata

Hago un simple cálculo sobre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del ANSES, es decir el Fondo cuyo propósito es asegurar a los futuros jubilados que van a cobrar. Entre junio de 2003 y junio de 2007, bajo el régimen privado de las AFJPs, el fondo crece (en términos reales, a precios de principios de 2012) un 51%, de 160 mil millones a 242 mil millones. Entre junio de 2007 y principios de 2012 decrece un 13%, a 209 mil millones. Estos números implican un rendimiento real de cerca de 11% anual en el período 2003-2007 y de -4% anual en el siguiente.

Puede ser que las AFJPs no siguieran obteniendo los rendimientos pre-2008; puede ser que los rendimientos sociales de los fondos administrados por el Estado (o tendría que decir gobierno) sean mayores a los presentados (por los llamados proyectos productivos, etc.). Pero una cosa es segura: desde 2007 el fondo se está licuando.

Ustedes me dirán: la crisis. Pero no. Vuelvo a hacer las cuentas separando el período mediados del 2007 a fines del 2009, y de ahí al presente, y obtengo: -4% anual de rentabilidad real en el primer período, y -3% en el segundo. Conclusión: el sistema previsional es hoy menos sustentable. La pregunta es: ¿es más sustentable el desarrollo?

Tuesday, April 3, 2012

¿Ha desaparecido el efecto Olivera-Tanzi?

Decía Dagnino Pastore en 1975, antes de que la inflación pegue un salto irreversible hacia alta inflación (mayor a 5% mensual):
Hay, no obstante, un rezago entre la fecha de determinación de la base de estos impuestos y la fecha de pago, lo que lleva a que en períodos de inflación la recaudación sufra una caída en términos reales.
Ese efecto de la inflación sobre la recaudación fue denominado efecto Olivera-Tanzi por estudios de Vito Tanzi y Julio H.G. Olivera. El efecto se inscribía en una teoría de causación circular de déficit fiscales con inflación: a mayor déficit fiscal, mayor monetización, mayor caída de los impuestos reales, mayor déficit fiscal.

No ha sucedido lo mismo con la inflación de estos días. De hecho, la efectividad de la recaudación tributaria parece ser una de las historias positivas de los gobiernos kirchneristas. ¿Nuevas tecnologías recaudatorias han permitido minimizar el efecto Olivera-Tanzi? Puede ser. ¿El cobro del IVA mensualmente y los anticipos de ganancias lo han hecho? También ayuda el hecho de que el gobierno ajuste por inflación (real, no del INDEC) las tasas impositivas (por ejemplo, inmobiliario), cobre tasas de interés altas (por lo menos 2% mensual) sobre deudores, no pague interés cuando es el contribuyente el que tiene crédito fiscal, y no permita al contribuyente ajustar sus activos por inflación, por lo que las ganancias se inflan artificialmente.

Mi sospecha es que el efecto pronto volverá a sus andadas: el público recién se está adaptando a inflación permanente superior a 20%.

Las retenciones como buffer de estabilidad

Trabajando en una breve historia del Banco Central me cruzo con este párrafo de Dagnino Pastore en sus fascinantes crónicas, el cual creo que dice algo del proceso actual:

Ya se ha expuesto que por algunas décadas existirá en Argentina un escalón entre el tipo de cambio efectivo para la industria –más alto—y para la agricultura –más bajo--. Esto se puede implementar de dos maneras extremas e infinito número de combinaciones de ellas. Una forma extrema es fijar el tipo de cambio bajo y poner elevados aranceles a la importación. La otra forma extrema es fijar el tipo de cambio alto e imponer fuertes retenciones a la exportación. El segundo esquema es más conveniente, no sólo por razones fiscales –por algunas décadas el país exportará más de lo que importa—sino porque los pagos de los servicios y las transacciones financieras se efectúan a un tipo de cambio alto, y porque la posibilidad del gobierno de reducir los impuestos a la exportación en vez de devaluar aquieta las expectativas desestabilizantes (mayo de 1984).

Algunos puntos. Primero, observar dónde estaba el debate que un economista más bien conservador daba por razonable la política de cambio efectivo múltiple. Segundo, constatar la creencia (hoy prácticamente evaporada por la teoría y por la empiria) de que se podía mantener un tipo de cambio alto por décadas. Tercero, una pregunta: ¿cuánto ayuda a la estabilización actual que todavía se tenga el recurso de reducir las retenciones (a pesar de que el tipo de cambio ya no está alto)? Esa es un arma que el gobierno puede usar, si bien, para ello, tendrá que superar la sorpresa ideológica de los más principistas de sus seguidores (pero ¿queda alguno?).

Friday, March 30, 2012

Historia cíclica (2): precios relativos agropecuarios

Díaz Alejandro (p.374) sobre políticas de la década del 50:
El sector rural tardó en responder a las circunstancias favorables, desconcertado sin duda por las fluctuaciones errátiles de los precios relativos.
Me hace acordar al caso de la carne estos días, cuyo precio fue pisado primero, por lo que disminuyó fuertemente el stock ganadero, y liberado después, sin una recomposición equivalente del stock. Hoy los precios internos son más altos que los internacionales ("si se liberan las exportaciones, no exportamos" nos dicen los frigoríficos) pero nadie quiere invertir.

Historia cíclica: inflación y crecimiento

Leo Díaz Alejandro. Habla de los efectos de la inflación en el período de posguerra (digamos, hasta 1965). Recordemos que la inflación en ese período fue cercana al 20% anual, no muy diferente a la de estos días.
En síntesis, los efectos de la inflación promotores del crecimiento han sido muy pequeños, pero sus efectos negativos en el uso del dinero como medio de cambio, sobre los mercados financieros, sobre el financiamiento del nuevo capital social fijo y sobre la estructura y estabilidad de los precios relativos indican que la inflación ha frenado el crecimiento. Quizá lo mejor que se puede decir del proceso inflacionario es que sus efectos negativos más importantes no se debieron al aumento de precios per se, cuanto al hecho de que la política oficial escogió unos pocos precios sobre los cuales ejercer su control esporádico, dejando que los demás aumentaran libremente, distorsionando y desestabilizando así los precios relativos (p. 373).
Creo que esto dice bastante cosas. No veo ninguna razón para que no se repita la historia, y una inflación moderada (cercana a 20%), combinada con políticas fuertes de precios relativos (de transporte público, de hidrocarburos, de alimentos agropecuarios, de gas, agua y electricidad, de tasas de interés), no frene también el crecimiento actual. Una pregunta es si los efectos se verán antes o después; es decir, si hay una tendencia a la aceleración de los procesos.

Wednesday, March 28, 2012

Sin banco central independiente, no hay desarrollo

¡Bueh, ya pasó! El Banco Central argentino tiene nueva Carta Orgánica. Va a direccionar el crédito, monetizar los déficits, prestar a todo el mundo, a pymes, a vivienda social, a la clase media progresista. Por fin el país tiene un instrumento de desarrollo fuerte, y lo va a usar. ¿Es así? Lamentablemente, la evidencia indica todo lo contrario. En general, nosotros vivimos bastante mejor que nuestros padres (aunque a veces creamos lo contrario). Entramos en una etapa en que nuestros hijos vivirán apenas mejor que nosotros, y quizás algo peor.

Varios críticos, sean políticos opositores o personas de la sociedad civil, han indicado lo perjudicial que será la reforma, tanto por la posible aceleración de la inflación y la adquisición de una nueva caja que se gastará rápidamente, como por la concentración del poder en la Presidenta de la Nación, que, con las nuevas cláusulas, controlará completamente al Banco. Lo que creo que no se ha enfatizado suficientemente son los efectos perjudiciales sobre el desarrollo económico del país, el cual es justamente el principal objetivo enunciado para re-escribir la Carta.

¿Pero cuál es la relación entre la independencia del Banco Central y el desarrollo económico?  Esta relación se da a través de tres conexiones que ilustraremos con respectivos gráficos. La primera conexión es entre independencia del Banco Central y la inflación. La segunda es entre  la inflación y la profundidad del sistema financiero (incluyendo los bancos). La tercera conecta la profundidad del sistema financiero con el crecimiento de largo plazo. La composición de esas tres conexiones lleva a la relación entre independencia del banco central y desarrollo. Por supuesto, los gráficos muestran correlaciones y no disciernen causalidades, pero no es difícil presentar una historia causal plausible en la dirección indicada. Veamos.

La evidencia sobre la relación entre independencia del Banco Central e inflación es contundente. Alesina y Summers (1993) ofrecían el siguiente gráfico.

Relación entre independencia del Banco Central e inflación para el período 1955-1988, países desarrollados. Fuente: Alesina y Summers (1993)
Midieron la independencia del banco usando una variedad de indicadores, incluyendo la longitud de los mandatos, la posibilidad de que los directores sean removidos, la inclusión o no  de oficiales del gobierno como directivos del banco, y la posibilidad de que el gobierno vete las decisiones del banco. La relación es clara: a mayor independencia, menor inflación.

A partir de ese trabajo, la evidencia se apiló (ver Cukierman [2008]). En particular, se expandió para incluir países en desarrollo e inflaciones mayores. Por ejemplo, Vuletín y Zhu (2012) estimaron recientemente que la inflación se multiplica por cinco si se reemplaza un presidente independiente por un aliado político. Curiosamente ese es aproximadamente el salto de la inflación entre 2004 y 2010 en Argentina luego del reemplazo de Alfonso Prat-Gay por Martín Redrado. Cuando este último intentó mostrar, por fin, cierto grado de independencia, el gobierno puso un nuevo aliado político, la ex-presidente del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont, con lo cual la inflación continuó, y las expectativas inflacionarias para los próximos años siguen altas.

¿Cuál es el proceso que une menor independencia con mayor inflación? Está claro que la respuesta pasa (tarde o temprano) por el financiamiento del gobierno central por parte del Banco Central con emisión monetaria. Algún funcionario argentino ha dicho que no hay una relación clara entre emisión e inflación. Para ello se indica que hay años en que la emisión es bastante mayor que la inflación y otros en que puede ser algo menor. Pero la clave está en los períodos para los que se calcula las tasas de inflación y de emisión: cuanto más largos los períodos la correspondencia entre inflación y emisión es más fuerte. Laurence Ball (2008), en su libro introductorio a dinero y bancos, incluye este par de gráficos.

Tasa de emisión monetaria y tasa de inflación. Izquierda: promedios por década. Derecha:  observaciones anuales. Fuente: Ball (2008)
Claramente la relación es muy fuerte cuando se habla de décadas y relativamente débil si se toma año por año. Con respecto a la Argentina esto indica en qué dirección se moverá la inflación futura: como la tasa de emisión fue bastante más alta que la inflación en los últimos años es dable esperar un aumento mayor de la inflación que de la emisión en los próximos años (salvo que se vaya a una aceleración muy fuerte, pero sospecho que el gobierno todavía no está convencido de tirar todo por la borda). Por ejemplo, la emisión fue de cerca de 40% en 2011 y la inflación de 23%, un diferencial de 17% que el crecimiento del producto del 6% (obtenido de fuente privada) apenas puede atemperar.

En suma, a través de mayor emisión monetaria un banco central menos independiente llevará a mayor inflación. Ya sucedió entre 2004 y 2012, y se acentuará con la reforma de la carta orgánica.

La relación entre emisión e inflación es clara. Menos obvia es la relación entre inflación y crecimiento económico de largo plazo. Por ejemplo, Barro (1995) obtiene que un aumento de 10 puntos porcentuales en la inflación disminuye entre 0.2 y 0.3 puntos porcentuales la tasa de crecimiento del producto per capita, y entre 0.4 y 0.6 puntos porcentuales el cociente entre inversión y PBI. Estos parecen efectos menores. Lo son: un aumento de la inflación de 20 puntos porcentuales (digamos, una inflación anual de 25% en vez de 5%) indicaría una reducción del nivel de ingreso de sólo entre 8 y 13% luego de 20 años. Nada que no se pueda recuperar en 2 años de buen crecimiento. La pregunta clave aquí es: ¿la inflación es igualmente perjudicial para países en todos los niveles de desarrollo? Nuestra tesis es que la inflación (a menos que sea muy alta, digamos, mayor a 50%, en cuyo caso es siempre perjudicial) es más perjudicial para el subsecuente desarrollo cuanto más desarrollado es el país. Para un país pobre, sin sistema financiero, inflación alta puede no ser un cuello de botella importante. Para un país de ingresos medios, como la Argentina, una inflación alta como la actual bien puede ser el cuello de botella fundamental para el crecimiento y el desarrollo.

Obtenemos esa conclusión mirando, por un lado, la relación entre inflación y profundidad del sistema financiero, y, por otro, entre éste último y desarrollo económico. Empecemos por esta última relación, implícita en este gráfico.

Crédito y nivel de desarrollo, año 2010. Argentina es un outlier, con muy poco crédito para su nivel de ingreso. Fuente: elaboración propia en base a datos del Banco Mundial.

Para su nivel de ingreso, Argentina tiene un nivel de profundidad financiera ínfimo, de 15% (medido como el porcentaje de crédito al sector privado). Países más pobres, como Perú, Colombia y Brasil, tienen un porcentaje mayor de crédito privado. Argentina es más rica que esos países con un sistema financiero mínimo por la abundancia de sus recursos naturales. Sin ellos, sería bastante más pobre, como no es difícil imaginar. Pero, mirando al futuro, Argentina no seguirá creciendo a menos que profundice su sistema financiero. Sin estabilidad de precios, es decir, con una inflación de un dígito, eso no sucederá.

Otra manera de contextualizar el mismo dato es el siguiente. Tomemos los países que consideramos desarrollados hoy. Definamos como desarrollado, algo arbitrariamente, a aquellos con ingreso per capita (medido en dólares PPP de 2005) mayor a 20.000 dólares (Argentina tiene un ingreso per capita de 14.000 dólares). De 37 países, ¿cuántos tienen un cociente de préstamos al sector privado sobre PBI menor al 50%? Uno sólo, Arabia Saudita, que tiene un cociente de 48%. En otras palabras, no se llega a desarrollado sin profundidad financiera. Como dijimos, Argentina tiene un cociente de 15%.

Crédito y desarrollo. De los países de mayor nivel de ingreso per capita (popularmente llamados desarrollados), ¿que grado de profundidad financiera tienen? Respuesta: alta. Fuente: elaboración propia en base a datos de Banco Mundial.
No hay duda: el sistema financiero es una de las grandes restricciones al crecimiento y al desarrollo argentinos. Ahora pasemos a la primera relación mencionada más arriba: ¿la inflación afecta el desarrollo del sistema financiero? Hay varios determinantes de ese desarrollo, pero el siguiente gráfico sugiere que la inflación es uno de los más importantes.

Tomemos los países que tienen crédito al sector privado mayor al 50% de su producto, ¿qué inflación presentan en los últimos 10 años? De 50 países, sólo dos tienen una inflación anual promedio mayor a 10%, Serbia y Ucrania, cercana al 11%, si bien la han disminuido en los últimos años, y hoy tienen tasas de un dígito. No extraña pues que todos ellos tengan sectores financieros relativamente desarrollados. Argentina, con una inflación media de 16% y en crecimiento no presenta, en ese sentido, un futuro promisorio.

Crédito e inflación. Los países con profundidad financiera presentan baja inflación en los 10 años previos. Fuente: elaboración propia en base a datos del Banco Mundial.
Ahora, una baja inflación, si bien necesaria, no es condición suficiente para tener un sistema financiero desarrollado. Existen varios países con inflación media menor al 10% en los últimos 10 años y con sistema financiero subdesarrollado (crédito privado menor al 50% del producto). ¿Qué está pasando? Observemos los países que tienen un sector financiero menor a 20% de su producto. Allí se encuentra Argentina rodeada de varios países africanos y Afganistán. No es difícil imaginar por qué varios de ellos tienen un sistema financiero tan pequeño: ¡porque son pobrísimos! Mi conclusión es que Argentina, siendo bastante más rica, bien podría dejar ese grupo con una inflación de un dígito.

Crédito e inflación. Los países que, como Argentina, tienen sistemas financieros subdesarrollados suelen ser muy pobres, contrariamente al caso argentino, lo que sugiere que la Argentina tiene poco crédito por alta inflación. Fuente: elaboración propia en base a datos del Banco Mundial.
Pero ¿por qué la inflación limita la intermediación financiera? La respuesta es sencilla: nadie quiere ahorrar en el mediano y largo plazo en pesos cuando si lo hace pierde el 25% de ese ahorro por año. Pregúntenle a sus conocidos (o a sí mismos): ¿alguien ha dejado pesos en el banco para no ser usados en el próximo año (o en el próximo trimestre)? En esa conducta generalizada radica el raquítico sistema financiero argentino. Por ello es que no hay préstamos a pymes innovadoras; por ello es dificilísimo conseguir un préstamo inmobiliario; por ello, como dijo alguien, los bancos sólo prestan a aquellos que no lo necesitan.

Resumiendo, el grado de independencia del banco central determina la tasa de emisión monetaria; ésta determina el nivel de inflación, la cual a su vez determina, en gran parte, el nivel de profundidad del sistema financiero; éste determina (junto a varios otros factores) el desarrollo económico del país a largo plazo.

Mi opinión es que el sistema financiero es el principal mecanismo a través del cual una mayor inflación afecta al crecimiento de largo plazo. Pero hay otros: la inversión disminuye porque los horizontes se nublan; tanto consumidores como empresas utilizan su tiempo y sus recursos para protegerse contra la inflación, disminuyendo actividades de aumento de productividad, como mayor dedicación al estudio o mejoras tecnológicas por investigación y desarrollo; la dispersión de precios, inducida por la inflación, lleva a rentas monopólicas que reducen la eficiencia; y el listado sigue en la literatura teórica y empírica.

Ahora, uno puede mirar directamente los datos de inflación pasada junto a nivel de desarrollo actual (sin pasar por datos de sistema financiero). Y estos también son ilustrativos. Quizás la mejor manera de presentar evidencia contra una estrategia inflacionaria de desarrollo es simplemente observar qué hicieron en materia de inflación aquellos países que consideramos hoy desarrollados. El siguiente gráfico muestra para 102 países el promedio de inflación anual de los últimos cinco años en relación a su nivel de ingreso actual. Se observan tres cosas: 1. Argentina y Venezuela presentaron las mayores inflaciones del período (aparte de Zimbabwe que sufrió hiperinflación y no se muestra en la figura); 2. existe todo un grupo de países de bajos ingresos que tienen inflación de entre 5% y 20%; 3. no hay un sólo país de altos ingresos que haya tenido inflación por arriba de 4%. En suma, considerando desarrollados a todos aquellos que en el año 2010 tuvieron un ingreso per capita en dólares PPP constantes de 2005 mayor a 20.000, no hay un sólo país que haya tenido inflación por arriba del 5%.

Inflación (promedio anual de los últimos 5 años) y nivel de desarrollo. Comparado con otros países de su nivel de desarrollo, Argentina tuvo una inflación altísima. Ningún país desarrollado tuvo una inflación mayor a 5% en los últimos 5 años. Fuente: elaboración propia en base a datos de Banco Mundial.
Vayamos un poco más atrás (pensando que alguien puede indicar que esos países desarrollados están hoy estancados y por eso tienen tasas de inflación bajas). Computemos tasas de inflación promedio desde 1990. Otra vez, no hay un sólo país que hoy podamos llamar desarrollado que haya tenido una tasa de inflación promedio desde 1990 mayor a 9%. Portugal y Corea del Sur tuvieron una tasa promedio apenas mayor a 4%: Israel algo mayor a 6%, Grecia cerca de 7%, y Eslovenia apenas mayor a 8%. Si tomamos tasas desde 1980 y 1970, hay un solo país que exhibe tasas anuales promedio mayores al 10%. Se trata de Israel que tuvo altísima inflación desde 1973 (20%) hasta 1986 (48%) con un pico de 374% en 1984. Por supuesto durante ese período el crecimiento del país fue significativamente menor que antes y después. Más importante, no sabemos el contrafáctico, pero todo indica que si Israel no hubiera disminuido su tasa de inflación a un dígito no hubiera crecido a más de 4% anual durante los últimos 25 años.

La conclusión es simple. Ningún país de los que consideramos desarrollados llegó a ese status incurriendo en alta inflación. Más aún, varios de los que pretenden serlo, incluidos nuestros vecinos, consideran una inflación mayor a 10% un peligro fuerte para el desarrollo a largo plazo. Entonces, ¿por qué vamos a concluir que Argentina será el primer caso en la historia que lo logre? No, si bien una inflación baja, de un dígito, no es suficiente para el desarrollo de largo plazo, es una condición necesaria. La negativa a actuar en función de esta conclusión es un caso de ignorancia, soberbia e irresponsabilidad por parte de los gobernantes argentinos. En otras palabras, el gobierno está condenando a los argentinos a la pobreza, a la desigualdad, y a la falta de oportunidades. Los está condenando a peor educación, menor salud, menores salarios y peores condiciones de trabajo. En suma, los está condenando a menor libertad, en el sentido de oportunidades de elección para ser más felices. La reforma a la Carta Orgánica del Banco Central es un paso importante en este proceso que, en un país más transparente y justo, sería llamado criminal.

Wednesday, March 7, 2012

La izquierda, el Estado y la caja

Es llamativo que la izquierda coincida con el gobierno en que el kirchnerismo ha revitalizado y revalorizado al Estado, como dice Maristella Svampa aquí. Por ejemplo:
Hubo una revalorización del Estado, no podría negarse. De hecho, por ejemplo, uno señala la persistencia de la precariedad como matriz de las relaciones laborales, pero no puede dejar de lado el hecho de que este gobierno ha revalorizado las convenciones colectivas como instituto laboral.
Es cierto, los recursos del Ejecutivo son mayores, en por lo menos 10 puntos porcentuales del PBI. ¿Pero se puede hablar realmente de revitalización cuando vemos tantas agencias estatales destruidas? El INDEC, el BCRA, el Ministerio de Economía, el ONCCA, los entes reguladores de energía y transporte, los entes auditores, la Secretaría de Minería, la Secretaría de Transporte, la cancillería, la Secretaría de Agricultura, etc., etc.

Con respecto a la cita, ¿qué sentido tiene poner como ejemplo a las convenciones colectivas si lo único que tratan es el ajuste por inflación, justamente un problema que no existía en los 90s? Supongan que ciertas políticas económicas destruyen un sistema financiero desarrollado y un mercado hipotecario a través del cual toda persona podía adquirir su casa. El deterioro habitacional es subsanado, en parte (en el caso de las convenciones colectivas sólo protegen a los trabajadores formales), por viviendas otorgadas por el Estado. ¿Es eso revitalizar el Estado? No creo que Juan B. Justo lo considerara así. 

Es llamativo que gente de la izquierda compre la retórica en favor del Estado del gobierno. Más llamativo es que confunda revitalización del Estado con caja y verticalismo. Pero pensándolo bien, no es tan llamativo: la izquierda local muchas veces ha confundido un Estado fuerte con caudillismo y un sistema semi-feudal.

Thursday, March 1, 2012

Los trabajadores van en coche al muere

Lugar común por la tragedia en Once: las justas indignaciones por lo sucedido son enfatizadas indicando que los que viajan en la línea son "trabajadores". Yo me pregunto: si hubieran sido vagos, si hubieran sido chorros, si hubieran sido oligarcas, si hubieran sido niños, o amas de casa, o jubilados, si hubieran sido políticos, o terratenientes, ¿sería menor la tragedia? Mi respuesta es no.

Por supuesto, hay una injusticia en que los pobres tengan un mayor riesgo de accidentes graves. Pero toda muerte es una tragedia, sea de quien sea. Tener la suficiente sensibilidad para valorar la vida de cada una de las personas es una virtud que, dada la historia argentina, uno espera que los argentinos hayamos desarrollado. Esos matices en los comentarios indican que varios no lo han hecho.

Tuesday, February 28, 2012

La teoría y la praxis de las políticas sociales

Interesante artículo de Rubén Lo Vuolo indicando las características recurrentes de las medidas de política social del gobierno (programa Argentina Trabaja, Asignación Universal por Hijo, subsidios a tarifas públicas, SUBE, etc.). Lo llamativo es que crítica
la visión “liberal-subsidiaria” de las políticas sociales, [...] su organización en base a programas diferenciados que distribuyen beneficios diferenciando a los individuos o grupos en función de sus características personales.
(¿desde cuándo la sutileza, la distinción de casos, en la política pública es un mal?). Pero luego enumera efectos negativos que no son necesariamente consecuencia de la visión "liberal-subsidiaria". Ellos son: arbitrariedad en la construcción y utilización de las fichas personales, interferencia política en los planes de vida de las personas, dinámica política basada en "dador y perceptor de bienes y servicios públicos", "perfeccionamiento de técnicas de control social y clientelismo político", consolidación de la desigualdad, inestabilidad y volatilidad del bienestar que depende de evaluaciones de "funcionarios políticos de turno", inclusión en la categoría "no necesita subsidio" a un grupo de personas muy heterogéneo.

Lo que digo es que esos efectos negativos no provienen de una visión, sino de una forma de hacer las cosas, de una praxis. De hecho, todo país que tiene políticas sociales relativamente eficaces y eficientes (desde Noruega hasta Canadá o Australia, sean economías más o menos de mercado) tiene una visión "liberal-subsidiaria". Lo que no tienen es una dirigencia y una burocracia corrupta e inepta. En otras palabras, nada en una visión de ese tipo implica arbitrariedad, clientelismo, desigualdad, inestabilidad o injusticia.

Por ello yo considero, contrario a Lo Vuolo, que la visión liberal-subsidiaria puede ser progresista, mientras no se la aplique con objetivos de concentración de poder y control social.

Saturday, February 25, 2012

Corrupción en los servicios públicos, ayer y hoy

Leo en esta entrevista a Edward Glaeser, un especialista en economía urbana:
Public ownership is one of the ways that people historically tried to deal with the corruption within our cities. Now privatisation is seen as the solution. But certainly the private provision of things like street sweeping were a bonanza for corrupt politicians during the Tweed regime. Politicians would award the contracts, the services would be badly performed, and money would flow back to the corrupt politicians who handed out the contracts. Having public services obviated the need to award contracts to private companies, which essentially made it more difficult to steal.
This is a very live issue in the developing world. The question is whether the public failures in the developing world should prompt the provision of things like water services from purely private providers. Or are we afraid of creating exactly what happened in New York in the 19th century, where a lot of money was paid out of the public purse with little actual provision of services?
Live issue indeed.  Los costos sociales de los trenes gerenciados por el Estado han sido altos, insoportables diría alguien del equipo de Alfonsín. Los costos sociales de los trenes gerenciados por privados han sido por lo menos tan altos como aquellos. No sé mucho del tema, pero lo que sé es que necesitamos expertos de transporte urbano en esta discusión (o por lo menos debemos tratar de pensar y discutir fuerte el tema), y que debemos explorar todas las posibilidades intermedias (ente regulatorio que funcione, subsidio a la demanda, etc.) en vez de gritarnos unos a otros privatización versus estatización.
También me llamó la atención esta afirmación:
The most striking conclusions were that unless drivers pay the full cost of driving, urban roads will always be congested and that at all but the most extreme densities buses, with dedicated lanes, are better than trains. There is an old saw that 40 years of transportation research at Harvard can be summarised by four words: bus good, train bad.

Wednesday, December 7, 2011

Concentración de poder político y crecimiento económico

Excelente nota del que sigue siendo el mejor comentarista político del país, James Neilson, de hace unos días. La principal razón por la que la economía kirchnerista está destinada al fracaso (más tarde o más temprano, dependiendo de cuánto empuje el mundo) no es la fuga de capitales, ni un gasto público excesivo, ni un tipo de cambio apreciado, ni  una inflación desbocada, sino que es la siguiente:
En una sociedad moderna, incluso una que según las pautas internacionales es relativamente subdesarrollada, el poder excesivamente concentrado equivale a debilidad. Es imposible gobernar de forma adecuada sin la colaboración de miles de funcionarios acostumbrados a asumir la plena responsabilidad por sus acciones y a acatar las reglas a sabiendas de que si no lo hacen tendrán que rendir cuentas ante jueces independientes. Puesto que en la Argentina clientelista, corporativista y muy corrupta el Estado se ha visto convertido en una fuente de botín para una horda de oportunistas “leales” al caudillo más popular de turno que, para más señas, están más interesados en su propio destino que en el bienestar del conjunto, Cristina no puede confiar en nadie.
Lo más interesante es: ¿podrían Macri, Scioli, Urtubey, o Binner hacer algo distinto? Una señal vendría dada por la comparación de la profesionalidad de los funcionarios públicos en sus jurisdicciones actuales.

Thursday, November 10, 2011

Estadísticas de la tragedia

El siguiente cuadro presenta una comparación de la incidencia de derrumbes en varias ciudades argentinas. Las fuentes usadas fueron periodísticas. La metodología consistió en buscar en los principales diarios de cada ciudad las noticias de derrumbes entre el 1 de enero de 2010 y el 7 de noviembre de 2011. Para ello se introdujo la palabra “derrumbe” junto a la de la ciudad en el buscador del periódico. Se tomaron nota de la fecha, las características del derrumbe, de los heridos y de los muertos. Se complementó esta información con los resultados de buscar en google ingresando idénticas palabras. Creemos que la muestra es demasiado chica para hacer estadística en serio, pero muestra ciertos patrones que, de confirmarse, son importantes.

Fuentes: diarios La Nación (Buenos Aires), La Voz del Interior (Córdoba), Río Negro (Neuquén), La Nueva Provincia (Bahía Blanca), El Día (La Plata) y La Capital (Rosario). Los metros permisados los informa el INDEC.

Para tener una medida de la incidencia de derrumbes (encontramos 28 episodios en las 6 ciudades en casi dos años) informamos también la cantidad de metros permisados en un período de 17 años (1991-2007), que es un índice de nuevas construcciones, pero también un índice de parte importante del stock de construcciones. Para las ciudades de La Plata y Rosario no encontramos la información correspondiente. También informamos la población de cada ciudad.

Se observa que la cantidad de derrumbes por metro permisado es menor en la ciudad de Buenos Aires que en las otras tres ciudades para las cuales tenemos esa información. También la cantidad de derrumbes por millón de habitantes es menor en Buenos Aires que en las otras ciudades. Sin embargo, la cantidad de heridos consecuencia de esos derrumbes es mayor en la ciudad de Buenos Aires que en otras ciudades, tanto si se lo computa por metro cuadrado permisado como por millón de habitantes. En cuanto a los muertos por derrumbes, la ciudad de Buenos Aires presenta una incidencia por millón de habitantes mayor a las ciudades de Córdoba y La Plata, pero menor que las de Neuquén, Bahía Blanca y Rosario.

En suma, la ciudad de Buenos Aires no se diferencia fuertemente de otras ciudades del país en cuanto a la incidencia de derrumbes y sus consecuencias. Si bien la cantidad de derrumbes (una vez que se tiene en cuenta el tamaño de las ciudades) parece menor a la de otras ciudades, la peligrosidad de esos derrumbes parece mayor, pues se registra un alto grado de heridos. Esto parece razonable dada su alta densidad y la mayor prevalencia de construcciones verticales. Esta mayor peligrosidad indica que las obras deben tener mayores exigencias de seguridad.

¿Qué es política de desarrollo?

Estaba hurgando en los archivos (digitales), y me encontré con esta cita que había extractado de una nota de Levy. Me parece que cada palabra está bien puesta.
La política de desarrollo (como, en los hechos, toda gestión económica) no consiste en una sucesión de anuncios o en la creación de nuevos ministerios o en la elaboración de planes quinquenales, sino en un proceso casi quirúrgico en el que personal capacitado dialoga pacientemente con los sectores involucrados (educadores, investigadores, empresarios) para identificar y eliminar obstáculos y cuellos de botella (Eduardo Levy Yeyati, La Nación, 1 de junio de 2011).

Sunday, November 6, 2011

Desagradable aritmética monetaria

Premisa primera: parte del crecimiento económico del 2007 al 2011 se debe a política monetaria expansiva en un contexto de pleno empleo (o, en términos apenas más técnicos, bajo equilibrio en los mercados de factores). La primera parte de la afirmación se sostiene en el supuesto de validez de un modelo neo-keynesiano; la segunda parte se sostiene en la observación de inflación creciente.

Premisa segunda: la política monetaria no modifica el nivel del producto en el largo plazo, salvo en forma negativa por reducción del horizonte de planeamiento por alta inflación y mayor incertidumbre. Sustento: cualquier tipo de modelo macroeconómico post-1980.

Conclusión primera: aún asumiendo que el nivel del producto de largo plazo no ha sido modificado por la política monetaria, el nivel del producto hoy se encuentra por arriba del que estaría en caso de que no se hubiera hecho política monetaria expansiva.

Corolario: el crecimiento en los últimos años fue mayor al que se hubiera dado sin política monetaria expansiva, por lo que el crecimiento en los próximos años será menor al que se hubiera dado sin la política monetaria expansiva.

Conclusión segunda: el nivel del producto de largo plazo pudo haber sido modificado negativamente por la política monetaria expansiva, reduciendo temporariamente el horizonte de planeamiento y aumentando la incertidumbre, en cuyo caso el crecimiento en los próximos años será mucho menor al que se hubiera dado sin política monetaria expansiva.

Conclusión tercera: la inflación será creciente. Me explico: si las dos conclusiones y el corolario son ciertos, ¿cuál es el incentivo para el gobierno de realizar un plan anti-inflacionario? Si elige un plan anti-inflacionario los próximos años serán los de bajo crecimiento. Sólo para 2015 y con suerte para 2014, se volverá a un crecimiento de equilibrio, es decir con pleno empleo, y los años subsiguientes pueden ser muy buenos por alargamiento de horizontes y reducción de incertidumbre. Pero si el kirchnerismo ha descontado en el pasado tan fuertemente el futuro al elegir opciones de política económica, ¿por qué habría de elegir ese camino? ¿Es Cristina realmente diferente de Néstor a este respecto? ¿Tan determinante resulta ser votado por un 54% del electorado en vez de un 22% ó un 45%? No lo creo.

Saturday, October 29, 2011

De cada uno según su capacidad...

La pregunta es:

Imagínese dos secretarias, de la misma edad, haciendo prácticamente el mismo trabajo. Una descubre que la otra gana considerablemente más que ella. Sin embargo, la secretaria mejor paga es más rápida, más eficiente y más confiable en su trabajo. En su opinión, ¿es justo o injusto que se le pague más a una secretaria que a la otra?
Mi pregunta es: ¿cuán dinámica puede ser una economía cuando sólo el 54% de los habitantes lo considera justo? Y cuando hablo de dinámica, me refiero a su crecimiento, pero también al desarrollo de nuevos productos y procesos, al cambio estructural, etc.


Porcentaje de la población que considera justa la situación descripta en la pregunta de arriba. Las encuestas fueron hechas entre  los años 2005 y 2007 (la de Argentina en el año 2006). Fuente: World Values Survey.

pd: El valor del año 1984 fue de 74%, el de 1991 de 82%, el de 1995 de 72% y el de 1999 de 60%. Claramente el pico de esta meritocracia eficientista coincidió con las reformas pro-mercado de principios de los 90s (causa y consecuencia probablemente). Y se ve que ya para el año 1999 se había desinflado todo entusiasmo.

pd2: Es interesante observar que no hay correlación aparente entre estas preferencias de la población y desigualdad de ingresos en la economía. Es cierto que Noruega, de baja desigualdad, es igualitarista (en el sentido de que su población considera justo la situación descripta arriba) y que Estados Unidos, de relativa alta desigualdad, no lo es. Pero todos los países de Latinoamérica que aparecen aquí son igualitaristas (bajo esta definición) y presentan las desigualdades más grandes del planeta. Por otro lado, Suecia, Alemania y Australia no aparecen como igualitaristas pero presentan poca desigualdad en sus sociedades. Mi presunción es que el igualitarismo y la desigualdad andan por carriles diferentes.

La hilacha (2)

Me pareció a mí, o en su noche más gloriosa, la presidenta empezó a abrir el paraguas:

Yo no soy ingenua ni soy tonta. Pero sé que son minorías, poderosas pero minorías. Depende, entonces, de las grandes mayorías, conformadas por nuestros trabajadores y por nuestras clases medias, no ser desviados del camino como nos ha pasado en tantas oportunidades de la historia y hacer fracasar proyectos que servían al conjunto de la Nación. Aún aquellos que nos derribaban, muchas veces, inclusive, dirigidos desde afuera, casi a nivel inconsciente o consciente.
Es decir, si me apoyan a mí, están haciendo patria, pero en el momento en que lo dejen de hacer, están sirviendo intereses foráneos. Nunca escuché (no viví los gobiernos peronistas, pero sí transpiré a Alfonsín, Menem y De la Rúa) algo tan poco democrático de un presidente elegido democráticamente.

La hilacha

La presidenta dijo el domingo pasado por la noche:

Y yo quiero convocar a todos los argentinos a la unidad nacional, a que no nos distraigan con enfrentamientos inútiles, a que no discutamos sobre los hechos y las realidades. Que en todo caso si esos hechos y esas realidades pueden mejorarse, puedan enderezarse nos digan cómo hacerlo. Tenemos que pasar un país diferente, donde el que venga construya sobre el que ya hizo, porque el ya hizo, hizo bien pero le faltó algo y entonces lo eligieron a otro. Esta es la Argentina con la que yo sueño, una Argentina donde tengamos continuidad, que no significa continuidad de personas y de partidos, sino de proyecto político, de Nación y de país.
En este párrafo se cifra parte del problema con el kirchnerismo en general. Por un lado, dicen con resentimiento y, creo yo, algo de culpa, "no nos critiquen". Luego, como dice Abraham, se ponen la máscara de demócratas y abiertos y dicen "dígannos cómo hacerlo". Pero está claro que el primer paso para esto es tener una interpretación de la realidad, es decir "discutir los hechos y las realidades".

Luego, la otra clave: coincido con que se debe frenar con el vaivén ideológico en Argentina. ¿Pero quién destruyó sobre lo que habían construido otros? Es una fantochada que lo pida esta presidenta. Enumero. Uno, donde se dejó una inflación nula y una política monetaria extremedamente conservadora, se instrumentó una política monetaria expansiva costosa en el presente en términos de inflación y más costosa para el futuro. Dos, donde se dejó una sociedad pacificada en términos de lucha de clases, se reflotaron antagonismos anacrónicos (como el conflicto con el campo o el ataque a la "oligarquía"). Tres, donde se dejó una fuerza militar diezmada pero con la idea de ir recuperándola, se terminó haciendo leña del árbol caído, destruyendo todo autoestima que pudiera quedar en oficiales y soldados. (Debo aclarar que esto no tiene nada que ver con los juicios, que se hizo bien en retomar, pero que no implicaban el insulto de las fuerzas del presente). Cuatro, donde se dejó una política regulatoria energética seria se la cambió por las arbitrariedades de los últimos ocho años que han llevado a subsidios públicos injustos e insostenibles e importaciones carísimas. Cinco, donde se dejó un instituto de estadísticas respetable (a fines de los 90s estaba bastante mejor que a principios de esa década; recuerdo las publicaciones de los anuarios anuales, la síntesis social, y los mapas de la pobreza, por ejemplo), se dejó un instituto tomado por matones que inventa las cifras para defender pequeños intereses políticos transitorios.

En suma, que la Presidenta muestra la hilacha: quiere parecer abierta, constructiva y progresista, pero es cerrada, destructiva y regresista.

Thursday, October 27, 2011

El futuro del futuro

Así se llama esta charla de Santiago Bilinkis que acabo de presenciar en la Fundación. Me pareció excelente, no tanto porque la compre de principio a fin, sino porque te transporta a pensar desde otra perspectiva. Hay mucha energía, hay mucha originalidad, especialmente para esta Argentina tecnológicamente tan chata.

La pregunta clave es: ¿la revolución informática es conceptualmente diferente de las revoluciones anteriores, industrial, del transporte, eléctrica, etc.? Yo sospecho que no, pero esta charla me ha hecho dudar.

Wednesday, October 26, 2011

La verdad de la milanesa

Me quedé pensando en el post anterior. ¿Pudo haber crecido tan poco la Argentina entre 1998 y 2010, contra la repetida cantinela de crecimiento sin precedentes, etc.? Ante estas dudas existenciales (y dada la poca fiabilidad de los números macro argentinos), lo mejor, pienso yo, es ir directamente a las cantidades físicas de bienes. Aquí abajo presento el crecimiento entre 1998 y 2010 de diferentes bienes. Hay disminuciones notables como tractores, petróleo e hilados. Hay aumentos notables como urea, varios productos químicos, subproductos oleaginosos, calefactores, cocinas y autos. El promedio simple de las tasas de crecimiento punta a punta es de 39%, muy en línea con el cálculo del PBI.

pd: uno es perseguido, pero ¿por qué faltan tantos valores del 2010 cuando ya estamos terminando el 2011? No contentos con hacer revisionismo histórico, ¿van por revisionismo del presente?


Crecimiento de la producción de bienes variados entre 1998 y 2010, unidades físicas. Fuente: Mecon.